Fonoteca INAH
Un día apareció en Zacatecas una nube de humo sobre la llanura al sureste de las montañas, produciendo desconcierto. Tras el extraño ruido de los silbatos y la agotadora labor del hormiguero humano que tendía los rieles bajo el impulso económico y la visión de los grandes capitalistas, estaba oculta una fuerza muy complicada que no podía detenerse. Era el progreso.Una vez concluida la vía férrea de México a Ciudad Juárez, aconteció el suceso más importante y excitante que presenciaron los zacatecanos del siglo XIX. El 9 de marzo de 1884 llegó el primer tren procedente de la capital de la República. El maquinista redujo la velocidad al mínimo antes de llegar a la estación y cuando la enorme locomotora con su chimenea en forma de hongo, lanzando tremendas bocanadas de humo, arrastrando su ténder colmado de carbón y sus carros amarillos, se detuvo, los pasajeros se desprendieron de sus asientos de felpa roja y desde las ventanillas saludaron a los espectadores, algunos de los cuales habían viajado en carretas y coches o simplemente a caballo desde sus lejanos pueblos, haciendas, minerales o rancherías. Todos correspondieron al saludo mientras veían el convoy que, como una fantasía, pasaba en medio de los acordes musicales y las desbordantes muestras de júbilo con que fue recibido. Algunos alcanzaron a relatar a sus nietos aquel acontecimiento, aunque, a decir verdad, es de suponerse que su narración jamás llegó a reflejar aquella rara “sensación de potencia” que les causó la máquina, un enorme titán de cerca de 60 toneladas, color negro, con número blanco, marcas y ribe tes rojos, verdes y azules y en cuyos adornos de bronce se reflejaba el sol, mientras la campana tañía solemnemente. Los bronces de la ciudad, que se engalanó para tal ocasión, también estaban echados a vuelo y en medio del mayor de los entusiasmos, músicas y bandas militares recorrieron las calles profusamente ornamentadas con motivos florales y las banderas de México y de los Estados Unidos. Se hicieron salvas de artillería. Hubo carros alegóricos y desfilaron todas las fuerzas vivas. En ceremonia celebrada en la Alameda, tomaron la palabra Fernando Calderón y Antonio Villegas. El festejo se prolongó por dos días más con bailes populares, serenatas, conciertos, fuegos pirotécnicos, desfiles y banquetes. Se iluminó la ciudad y se inauguró la Exposición Minera del Estado.
Data Sheet | |
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Title | Corrido del primer tren. 25. Testimonio musical de México, volumen 61 |
Creator | Fonoteca INAH |
Type object | Grabación de audio, Música |
Institution | Instituto Nacional de Antropología e Historia |
Credits | López Hernández, Alonso (recordist), Arroyo Estrada, Maira (Singer), Jiménez Cabrera, Vladimir (Musician), La Yerbabuena (Musician), Salmerón García, Nadia Mercedes (Singer) (Musician), Camacho Jurado, Camilo Raxa (Musician) |
Available formats | JPG |
Identifier | oai:mexicana.cultura.gob.mx:0014137/0092370 |
View original record | http://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/musica%3A1443 |
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