Estela Blanca

Estela blanca, de 1950, es parte de la serie Yucatán que el artista elaboró durante esa década. En ella integró diferentes aspectos carácterísticos de la arquitectura y la escultura maya. Organiza la obra en diferentes planos contrapuestos en zonas claras y oscuras que dan profunidad y simulan un relieve. En medio de estructuras arquitectónicas formadas en distintas etapas. De perfil. Desde arriba y por debajo, los cuadros insinúan construcciones urbanas. Muestran múltiples vistas de una ciudad abandonada: templos, palacios, terrazas, muros , plazas y ventanas en múltiples planos que enseñan pasadizos o escaleras obre los que no se tiene acceso. Descubren los interiores y a la vez los ocultan. El monolito parece estar enterrado y al mismo tiempo poseer vida. Esta irresolución origina una sensación de extrañeza que reproduce lo que el artista experimentó durante sus excursiones: la impresión causada por el enfrentamiento a los restos de una cultura misteriosa y alejada de nuestra comprensión. Liliana Carachure Lobato